En octubre de 2018, la lotería americana Mega Millions estuvo a punto de registrar un récord a nivel mundial en cuanto al premio más alto jamás sorteado, pero se quedó a unos millones corta. Sin embargo, consiguió establecer otro récord: el he haber entregado el premio más alto en el mundo a un boleto individual.
El premio de USD$1.537 millones le correspondió a un boleto validado en Carolina del Sur en el sorteo del 23 de octubre de 2018. La afortunada persona que ganó este impresionante premio tardó unos cuantos meses en reclamar su premio y apenas se llegó a saber que se trata de una mujer.
¿Quién es la misteriosa ganadora?
No se conoce la identidad de la misteriosa ganadora porque la legislación del Estado Carolina del Sur permite mantener el anonimato en caso de ganar la lotería. Por tanto, esta afortunada persona reclamó su premio a través del abogado de los ganadores de lotería, Jason Kurland, quien comentó que la suertuda optó por cobrar su premio en un único pago y, después de aplicar impuestos y gastos de tramitación le correspondieron USD$878 millones.
De todas formas, lo que sabemos sobre esta ganadora es el hecho de que es una mujer que tiene un corazón de oro. A los pocos días después de haber reclamado su premio realizó una generosa donación a la Cruz Roja de Alabama, para ayudar a las victimas del tornado que ocurrió al principio de 2019. Y este fue solo el inicio de sus obras caritativas, ya que, esta ganadora no paró aquí.
Su compromiso hacia la comunidad
Poco tiempo después de haber reclamado el premio de lotería más alto entregado a un único boleto, esta fantástica persona que se unió a la galería de ganadores de Mega Millions, encontró el tiempo necesario para realizar donaciones a las organizaciones caritativas de su región. Entre estas recordamos a la fundación “In the Middle” que ayuda a mujeres con cáncer de mama, la Casa Caritativa Ronald McDonald de Columbia, Carolina del Sur, el Fondo One SC que apoya a las víctimas del huracán Florence.
En una declaración pública la mujer comentaba que: “las palabras no pueden describir el sentimiento de tener una suerte tan increíble” y que se daba cuenta que su premio también implica una “tremenda responsabilidad social”.